CONTEXTO
La obesidad es una enfermedad crónica compleja y multifactorial, con un profundo impacto físico, mental y social en la vida de los pacientes.
Sin embargo, a pesar de ser muy prevalente, sigue siendo una enfermedad cargada de estigma, falsas percepciones, juicios y mucho sufrimiento silencioso.
DESAFÍO
El reto consistía en generar identificación con el público objetivo sin recurrir al discurso centrado en los kilos —con el que tantas veces se les ha impactado— y reconocer las verdaderas implicaciones de la obesidad, que van «más allá del peso».
Esta nueva perspectiva requería un profundo nivel de comprensión de los pensamientos, emociones y desafíos de quienes viven con obesidad.
SOLUCÍON
Tras un estudio de neuromarketing sobre la enfermedad y la percepción de los pacientes, los resultados fueron claros: el miedo es un factor decisivo para impactar al público objetivo y llevarlo a actuar. Esta fue una idea fundamental para crear una campaña centrada en el peso del miedo: el miedo a no ser capaz, el miedo a no tener salud, el miedo a hablar sobre la obesidad y a no poder vencer la enfermedad.
Porque la obesidad pesa. Pero el miedo pesa aún más.
El miedo puede paralizar, pero el valor mueve. Mueve el cuerpo, la mente y las ganas de vivir. Porque cada vez que elegimos avanzar, el miedo pierde fuerza y la vida vuelve a fluir.
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